Las regulaciones en cosméticos se clasifican en diferentes categorías según su alcance y aplicación. A continuación, se presentan algunas de las clasificaciones comunes:
Regulaciones nacionales: Cada país tiene su propio conjunto de regulaciones y requisitos para la fabricación, etiquetado y comercialización de productos cosméticos. Estas varían de un país a otro y generalmente son establecidas por las agencias gubernamentales responsables de la seguridad y calidad de los productos cosméticos.
Regulaciones regionales: Algunas regulaciones se aplican a nivel regional, abarcando múltiples países o una determinada área geográfica. Un ejemplo de esto es la Unión Europea, que tiene regulaciones específicas para productos cosméticos que se aplican a todos los países miembros.
Regulaciones internacionales: Se establecen a nivel internacional para abordar aspectos comunes en la industria cosmética. Un ejemplo de esto es el Reglamento sobre Productos Cosméticos de la Unión Europea, que establece normas armonizadas para la seguridad y el etiquetado de productos cosméticos en los países miembros.
Regulaciones de seguridad y calidad: Se centran en garantizar la seguridad y la calidad de los productos cosméticos. Incluyen requisitos para pruebas de seguridad, evaluación de riesgos, buenas prácticas de fabricación, seguimiento de ingredientes prohibidos o restringidos, entre otros aspectos relacionados con la seguridad y la calidad del producto.
Regulaciones de etiquetado: Se refieren a los requisitos de etiquetado de los productos cosméticos, como la lista de ingredientes, las advertencias, las instrucciones de uso y otras indicaciones obligatorias en el envase.
Estas regulaciones son importantes para proporcionar información clara y precisa al consumidor y garantizar que los productos cumplan con las normas establecidas.