La fuente principal de luz azul a la que estamos expuestos proviene del sol. Pero también es emitida desde las pantallas de nuestras computadoras, pantallas de TV y dispositivos digitales. La luz azul puede provocar envejecimiento prematuro, hiperpigmentación y enrojecimiento. También se ha sugerido que a medida que penetra en la piel, puede provocar daños en el ADN que causan inflamación y la descomposición de colágeno y elastina saludables.
Se cree que compromete nuestra piel mientras dormimos: si se expone a cantidades significativas de luz azul por la noche, puede afectar el ritmo circadiano natural de nuestras células de la piel. Esto hace que las células de la piel continúen ‘pensando’ que es de día, afectando su proceso natural de reparación nocturna. Así puede conducir a signos visibles de envejecimiento, como círculos oscuros debajo de los ojos “.
Durante estos últimos meses, debido a Covid19, gran parte de la población mundial se ha visto obligada a trabajar desde casa dependiendo de wifi, computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes. Esto aumenta aún mas la exposición no deseada.
¿Qué es la luz azul?
La luz visible de alta energía (HEV) , mejor conocida como luz azul, es luz emisora de alta frecuencia / energía con una longitud de onda corta (400 – 500 nm). La radiación de ésta penetra profundamente en la dermis y una exposición a largo plazo provoca una sobreproducción de especies reactivas de oxígeno (ROS), daño en el ADN, recuperación tardía de la barrera cutánea humana, citotoxicidad, reducción de la proliferación celular, etc.
Además de penetrar profundamente en la piel, contribuye al envejecimiento cutáneo a corto y largo plazo inducido por el estrés oxidativo debido al aumento del nivel de radicales libres. Al generar proteínas carboniladas, las proteínas pierden su funcionalidad (responsables del color amarillento y parduzco).
Otras consecuencias negativas son la hiperpigmentación de la piel y las manchas oscuras.También la disminución de la producción de colágeno o la barrera cutánea a medida que se dañan los queratinocitos. Esto aumenta el número de células de quemaduras solares (efecto adverso UVB). Además tiene un impacto negativo en la salud humana, ya que daña la retina y suprime la producción de melatonina que impide dormir bien.
Activos y filtros contra el daño a la piel
Disproquima ofrece diferentes activos y filtros con eficacia comprobada contra el daño de la luz azul que se pueden incluir en productos de belleza:
EDAD PEPHA: Un extracto sostenible de scenedesmus rubescens con una composición que estimula la propia defensa de la piel contra la luz azul, los rayos UVA y UVB. Reduce el oscurecimiento de la piel inducido por la luz azul y la mancha de la edad. También reduce el estrés oxidativo y las proteínas carboniladas y restaura y aumenta la producción de colágeno.
RUTINA G PS-S: Con propiedades de absorción de antioxidantes y UVB, es un ingrediente eficaz en la protección celular minimizando el daño fotoinducido.
OLEA-HT 10: Contiene hidroxitirosol y tirosol , dos moléculas antioxidantes fuertes que ayudan a la piel a contrarrestar los signos de exposición a ésta radiación.
PARSOL Max: Es un filtro UV de amplio espectro foto estable que ofrece un rendimiento excepcional por romper a través de las fronteras de los rayos UVA y UVB que continúe en el espectro de luz azul . Se puede combinar fácilmente con todos los filtros UV.
Disproquima es una empresa internacional con más de 45 años de experiencia en la industria de las ciencias biológicas. Distribuye materias primas e ingredientes para las industrias farmacéutica, alimentaria y de cuidado personal.
