La piel sensible se caracteriza por síntomas como escozor y hormigueo en respuesta a estímulos que normalmente no provocan sensaciones desagradables. Para evaluar la presencia de alergenos en productos para pieles sensibles, se analizó productos cosméticos de marcas internacionales.
Piel sensible
La piel sensible se caracteriza clínicamente por la aparición de múltiples sensaciones como tirantez, ardor, hormigueo, dolor, prurito y escozor. Aunque la aparición de reacciones dermatológicas visibles es rara, los pacientes también pueden desarrollar eritema, descamación y sequedad.
Estos síntomas normalmente ocurren en respuesta a un estímulo como la contaminación, el calor, el frío, el viento y los cosméticos. Los factores psicológicos y fisiológicos también pueden tener un papel en la aparición de los síntomas identificados en la piel sensible.
Actualmente, hay tres hipótesis que intentan explicar su fisiopatología:
- Interrupción de la función de barrera epidérmica
- Mayor capacidad de respuesta inmune
- Disfunción neurosensorial
Se está estudiando una hipótesis reciente que relaciona la piel sensible con cambios en la microbiota, pero se han obtenido resultados contradictorios. La piel sensible demostró una mayor diversidad filogenética en la microbiota de la piel; así como una mayor abundancia de Lactobacillus y Mucor racemosus, y una menor abundancia de Malassezia restricta en comparación con la piel no sensible. La abundancia de Staphylococcus también disminuyó significativamente en pieles sensibles. En general, las posibles hipótesis detrás de los mecanismos fisiopatológicos de la piel sensible son complejas y no son necesariamente excluyentes entre sí.
Productos tóxicos en cosmética
La dermatitis de contacto con cosméticos es la causa del 2-4% de las consultas dermatológicas, pero esta estimación debe ser mayor; ya que la mayoría de los pacientes simplemente evitan el uso del cosmético sospechoso.
La importancia de la identificación de los alergenos responsables de estas reacciones cutáneas aumentó cuando en 1997 se hizo obligatoria la inclusión de la lista de ingredientes en las etiquetas de los cosméticos. En 2004, los fabricantes de cosméticos estaban obligados a etiquetar las 26 fragancias presentes en el Anexo III del Reglamento Cosmético de la UE 1223/2009 para alertar a los consumidores. Esto facilitó la identificación de alérgenos por parte de los médicos y su evitación por parte de los consumidores. Cuando los productos contienen materiales de fragancia, deben describirse en la etiqueta como “aroma” o “parfum” .
Aunque no existe un mecanismo descrito por el cual los alérgenos de la piel puedan desempeñar un papel en la fisiopatología de la piel sensible, los estudios epidemiológicos respaldan la asociación entre la piel sensible y la predisposición alérgica. En este sentido, se estima que las personas con piel sensible son de 1,8 a 5 veces más propensas a desarrollar una alergia cutánea.
Estudio de componentes de cosméticos
La piel sensible es más frecuente en la cara, región corporal en contacto con la mayor cantidad de cosméticos, barrera cutánea más delgada y mayor densidad nerviosa. Varios productos cosméticos están disponibles en el mercado dirigidos a personas con piel sensible. Un estudio del Laboratorio de Química Orgánica y Farmacéutica, de la Facultad de Farmacia, Universidad de Porto, Portugal, evaluó la presencia de alergenos en productos cosméticos especialmente formulados para pieles sensibles.
Para este estudio, los ingredientes se caracterizaron como alergenos si están clasificados de la misma manera por la FDA, si están incluidos en la European Standard Series for patch testing; si son fragancias cuya discriminación en las etiquetas de los productos es obligatoria de acuerdo con Anexo III del Reglamento de Cosméticos de la UE 1223/2009, o si se informó sensibilización de la piel en estudios recientes.
Algunos ingredientes, como los ingredientes antiinflamatorios y antioxidantes, se agregan a las formulaciones cosméticas para reducir los síntomas de las personas y contrarrestar el potencial alergénico. En este estudio se analizó la presencia de alérgenos cutáneos en las etiquetas de los productos cosméticos para pieles sensibles.
Alergenos más comunes
Se encontraron alérgenos de fragancias en una minoría de los productos (7 %) incluidos en este estudio. De ellos, la mayoría estaba presente en combinaciones de alergenos (5 %), y los productos restantes contenían solo un ingrediente (2 %). Las fragancias que presentaron los porcentajes más altos fueron linalool, alcohol bencílico, geraniol y citronelol.
Otros alérgenos se agruparon en siete categorías según su función, y después de las fragancias, el grupo más prevalente fueron los agentes acondicionadores de la piel, los tensioactivos, los conservantes, los derivados botánicos, los filtros UV, los antioxidantes y los ajustadores de pH.
Tipos de alergenos
En el pool de productos analizados se encontraron 35 tipos de alérgenos, y 12 estaban presentes en más del 10% de los productos; siendo estos:
- pentilenglicol,
- acetato de tocoferilo
- clorfenesina
- Derivados de avena sativa
- mantequilla de Butyrospermum parkii
- etilhexilglicerina,
- alcohol cetearílico,
- sorbato de potasio,
- benzoato de alquilo C12-15 y
- metoxicinamato de etilhexilo.
Además, estos alérgenos estaban presentes principalmente en combinación (78%) y los restantes (17%) estaban presentes solos en la formulación.
En general, se observó que la mayoría de las formulaciones cosméticas carecían de fragancias reconocidas como alérgenos. Los alérgenos distintos de las fragancias estaban presentes en la mayoría de los productos. De ellos, la mayoría se consideraron sensibilizantes cutáneos raros y se informaron pocos casos de sensibilización cutánea. También es importante tener en cuenta que las concentraciones de uso en productos cosméticos de estos ingredientes no se revelaron en las etiquetas. Además los informes publicados de reacciones a altas concentraciones pueden no ser relevantes cuando los ingredientes se usan en niveles más bajos.
Sensibilización cutánea por alergenos
Se estima que una gran parte de la población mundial sufre de piel sensible. La industria cosmética formula productos especialmente diseñados para esta condición que pretenden evitar y minimizar sus síntomas. La presencia de alergenos en las formulaciones cosméticas no está relacionada con la fisiopatología de la piel sensible; pero se ha descrito una mayor probabilidad de desarrollar alergias cutáneas.
A pesar de que se encuentran alergenos en los cosméticos para pieles sensibles, estos no causan piel sensible, aunque pueden inducir piel sensibilizada/alérgica en casos raros.
Este trabajo da a conocer los alergenos más utilizados en los productos cosméticos para pieles sensibles, y la evidencia científica que respalda su riesgo de sensibilización. Esta idea destaca la importancia de leer las etiquetas antes de sugerir o usar productos cosméticos, lo que contribuye a evitar los alergenos de la piel por parte de los consumidores susceptibles.
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Estudios clínicos de Seguridad y Eficacia a la Medida para Productos Cosméticos
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