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PAISES

Estabilidad de productos y homologación de materias primas

A medida que la industria se va perfeccionando y adaptando a los tiempos que corren, son esenciales las pruebas de estabilidad de productos y homologación de materias primas, para que el avance sea indiscutido.

La necesidad de conseguir ciertos estereotipos relacionados con la apariencia física, ha causado un crecimiento exponencial en la industria cosmética. Esto llevando a las empresas a conseguir unos beneficios que en el año 2018 han sido de aproximadamente 7 millones de euros. Así estos datos convierten a España en el quinto mercado europeo que más productos de este sector consume. El consumo per cápita es de 150€/año, 13€/año más que la media europea en el año 2018.

Los datos indican que la sociedad se preocupa cada vez más por su imagen, aunque no todos los sectores crecido a la misma velocidad. Por ejemplo, se puede comprobar que los productos para el cuidado de la piel son los más utilizados con un 28%, seguido de los cosméticos de cuidado personal con un 24%.

En los últimos puestos se encuentra la cosmética de color con un 8% y con un 20% los perfumes. Al igual que los artículos destinados al cuidado del cabello. Todos estos productos suman una cantidad de 6.954 millones de euros y un total de 1280 unidades consumidas en éste último año. De ésta manera se evidencia la importancia en la economía española además de su importancia en las exportaciones, donde España es el quinto en la Unión Europea.

Gemma Ruiz-Calero Gutiérrez de la Universidad de Cantabria, presentó un estudio con prácticas realizadas en una industria durante seis meses. Se planteó como objetivo llevar a cabo estudios de estabilidad de productos cosméticos que están en desarrollo, así como estudios de homologación de materias primas. Ello consiste en la fabricación a nivel de laboratorio de un producto (prototipo), sustituyendo una materia prima por otra y su posterior estudio de estabilidad.

RESULTADOS

Se presentan resultados de estabilidad acelerada (seis meses a 4ºC y 40ºC) y a largo plazo (48 meses a 25ºC y 30ºC), siguiendo la normativa ICH “International Conference on Harmonisation”, con los que se averigua entre otras cosas, la caducidad del producto.

Ambos estudios de estabilidad se han llevado a cabo con tres productos cosméticos:
Un gel anti-acné, un sérum anti-edad y una crema protectora solar, donde se analizaron parámetros físico-químicos y organolépticos, según una planificación a temperaturas, humedad relativa y tiempos que recoge la normativa.

En el primer producto ( gel anti-acné ), se ha completado el estudio de estabilidad acelerada. Así se da una percepción de lo que puede ocurrir con el producto en condiciones normales (cada mes de este tipo de estudio corresponde aproximadamente a seis meses en el estudio de estabilidad a largo plazo). Durante este tiempo, ha conseguido mantener tanto los parámetros físico-químicos (pH, densidad y viscosidad) como la gran mayoría de sus propiedades organolépticas estables.

El segundo producto ( sérum anti-edad ), comenzó su estudio de estabilidad hace dos años. En este trabajo se han tomado datos recogidos desde el tiempo cero para poder realizar una evaluación hasta el momento actual. Su evolución muestra valores de pH menores a los requeridos y sobre todo, cambios en la apariencia física a temperaturas mayores de 25ºC.

El último producto citado ( crema protectora solar ) ha finalizado su estudio de estabilidad acelerada. Como en el primer caso, se ha obtenido una evolución conforme del producto tanto en los parámetros físico-químicos como en la mayoría de sus propiedades sensoriales.
Por último se ha llevado a cabo la fabricación de una crema protectora solar con color y una crema hidratante con protector solar.
En ambos casos se ha seguido un procedimiento similar al producto comercial intercambiando una silicona y uno de los principios activos respectivamente. Los resultados obtenidos han sido conformes en ambos casos durante el tiempo analizado.

CONCLUSIONES

Con los estudios se comprueba que el gel anti-acné y la crema con protector solar podrían alcanzar una vida útil de tres años. En cambio, el sérum anti-edad, debido a sus cambios evidentes desfavorables, se debe realizar una reformulación con componentes que no produzcan elevado oscurecimiento.

Por último, en las homologaciones, ambas muestras han sido estables y similares al producto de referencia, aunque se debe seguir revisando su evolución para una correcta validación.

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