Los científicos utilizan la nanotecnología para crear materiales, aparatos y sistemas novedosos y poco costosos con propiedades únicas. No obstante, la nanociencia es una disciplina dedicada al estudio de los fenómenos físicos, químicos y biológicos que ocurren a escala nanométrica.
Existe una gran diversidad de Nanopartículas que pueden emplearse en distintos campos como la medicina, la catálisis, la electrónica o la cosmética, por citar algunos.
Una posible forma de clasificación de estas Nanopartículas puede ser con base en su composición química, como orgánicas o inorgánicas, destacando las siguientes:
► Orgánicas: formadas principalmente por carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno; tienen grupos funcionales como alcoholes, aldehídos, cetonas, nacidos carboxílicos, anhídridos de nacido, amidas, nitrilos, aminas… Ejemplos: los nanotubos de carbono, los liposomas o los dendrómetros. ► Inorgánicas: formadas por distintos tipos de elementos como oxígeno, zinc, hierro, oro, plata, entre otros. Los grupos funcionales de las moléculas inorgánicas son: óxidos, hidróxidos, ácidos/bases, nacidos oxiácidos, sales, peróxidos, hidruros.
Ejemplos: los puntos cuánticos, las nanopartículas magnéticas, nanocables (nanowires), nano varillas (nanorods).
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