Las industrias cosmética y química han tenido que responder a las presiones regulatorias tanto para conducir como para evitar la experimentación con animales. Por razones económicas ésto los ha llevado al desarrollo de enfoques alternativos.
Tres leyes han desempeñado un papel particular en el impulso hacia el uso de estos enfoques en Europa:
- La Directiva 2010/63 que cubre el uso de animales para todos los fines científicos, que incluye el requisito de usar alternativas.
- El Reglamento de Cosméticos 1223/2009, que incluye prohibiciones a los ensayos con animales.
- La legislación REACH 1907/2006, que exige tanto ensayos en animales como esfuerzos para evitar conducirlos donde sea posible.
Se estima que al menos 115 millones de animales se utilizan en experimentos cada año en todo el mundo. Se desconoce el número de animales utilizados específicamente en las pruebas reglamentarias y es difícil de estimar. Esto es porque muchos países no recopilan ni publican estadísticas, y otros solo producen información mínima .
Factores para el cambio
Los marcos legales y los requisitos reglamentarios que rigen la fabricación y distribución de productos cosméticos terminados también varían según las regiones.
Cruelty Free International estima que más del 80% del mundo todavía permite la experimentación con animales para cosméticos. Aproximadamente medio millón de animales se utilizan para este propósito si se consideran las pruebas de los productos químicos que se usan comúnmente en cosméticos.
Los factores económicos son un motor importante en el movimiento regulatorio hacia enfoques alternativos . Los métodos de reemplazo pueden ser significativamente más baratos que la prueba con animales correspondiente.
Quizás el impulsor más significativo en el movimiento regulatorio hacia enfoques alternativos es la creciente apreciación de que las pruebas en animales no siempre predicen las respuestas humanas.
Los métodos que reemplazan el uso de animales vivos, o los métodos de prueba de sustancias sin el uso de animales vivos, se conocen como ‘alternativas‘ o ‘métodos no animales‘. Algunos prefieren el término “tecnologías avanzadas” dado que a menudo confían en tecnología más sofisticada. Además son más relevantes para el ser humano que la prueba en animales que reemplazan .
Métodos alternativos: in silico
Los métodos in silico a menudo se denominan métodos de ‘no prueba’ . Incluyen modelos informáticos de procesos fisiológicos, así como herramientas de minería de datos que pueden ayudar a hacer predicciones sobre el peligro probable de una sustancia en base a los datos existentes de otras sustancias similares .
Las herramientas que hacen esto incluyen, Relación Estructura-Actividad Cualitativa o Cuantitativa ((Q) SAR) y modelos expertos.
Los enfoques de lectura y agrupación tienen como objetivo predecir las propiedades de una sustancia en base a otras sustancias. A menudo se consideran dentro de la definición in silico. Si bien la computación puede ser un factor menos importante aquí, no obstante, estos enfoques a menudo se basan en bases de datos computarizadas de sustancias químicas existentes.
Finalmente, las estrategias de prueba integradas o inteligentes (ITS) y los enfoques integrados de prueba y evaluación (IATA) son herramientas de toma de decisiones que a menudo utilizan una combinación de todos los enfoques descritos anteriormente para ayudar a concluir sobre las propiedades probables de una sustancia.
Estos métodos son utilizados actualmente en las áreas de irritación y corrosión cutánea, irritación ocular y sensibilización cutánea. También en toxicidad sistémica aguda, genotoxicidad y mutagenicidad, carcinogenicidad, disrupción endocrina y toxicocinética.
En los últimos 20 años, las limitaciones científicas, éticas y económicas del enfoque tradicional para las pruebas de toxicidad se han vuelto cada vez más evidentes y han dado lugar a impulsores legislativos y reglamentarios para el uso de enfoques alternativos.
