Los nanomateriales aplicados en cosmética son materiales en escala nanométrica que se utilizan en la fabricación de productos cosméticos. Algunos ejemplos de nanomateriales comúnmente utilizados en la industria cosmética son:
Nanopartículas de dióxido de titanio y óxido de zinc: se utilizan como filtros solares en productos de protección solar.
Nanopartículas de sílice: se utilizan como agentes matificantes y texturizantes.
Nanopartículas de liposomas: se utilizan como transportadores de ingredientes activos para mejorar la penetración en la piel.
Nanopartículas de cerámica: se utilizan como agentes exfoliantes.
Nanopartículas de plata: se utilizan como conservantes y agentes antimicrobianos.
Nanopartículas de carbono: se utilizan como ingredientes antioxidantes y antiinflamatorios.
Es importante tener en cuenta que la utilización de nanomateriales en cosmética sigue siendo un tema controversial debido a su potencial impacto en la salud humana y en el medio ambiente. Por esta razón, algunos países han establecido regulaciones específicas para su uso en productos cosméticos.